Desde Montjuïc al corazón de Barcelona

Prepara tu Articket para entrar en el Museu Nacional d’Art de Catalunya, donde encontrarás, entre sus magníficas salas, la colección de pinturas murales románicas más importante del mundo. No olvides echar un vistazo al edificio que acoge al museo, el Palau Nacional, construido en 1929 y un elemento característico de la silueta urbana de Barcelona. Si tienes tiempo, sube al punto más alto, ¡te espera un mirador con vistas panorámicas que no puedes perderte!

Adéntrate en los jardines de Laribal y descubre el arte y la arquitectura que se esconden en este lugar repleto de vegetación mediterránea. Acabados de construir a principios de los años veinte, están muy vinculados a la urbanización de la montaña de Montjuïc que se llevó a cabo en el marco de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929.

Ten presente que, si accedes a los jardines por la entrada que señalamos en el plano y sigues todo recto, llegarás a la Fundació Joan Miró, ¡la próxima parada de la ruta!

La Fundació Joan Miró, que acoge la colección pública más extensa de pinturas del artista, se encuentra en un edificio excepcional obra del arquitecto Josep Lluís Sert. Se trata de un espacio singular concebido por el propio artista con la voluntad de hacer accesible el arte a todo el mundo y donde podrás realizar un recorrido completo a través de todas las etapas de su trayectoria artística y vital. Además, desde el Pati Nord disfrutarás de una nueva y espectacular perspectiva sobre Barcelona. Sin lugar a dudas, ¡Montjuïc es el gran mirador de la ciudad!

Situado en la falda de Montjuïc, la Satalia es una rara avis dentro del paisaje urbano de la ciudad. Explora este pequeño y empinado barrio poblado de casitas unifamiliares de estilo modernista construidas a finales del siglo xix y donde el tiempo parece haberse detenido. El carácter rural del lugar, situado a solo unos metros del ajetreo de la ciudad, ¡te maravillará!

Camina hasta el punto más sorprendente del barrio, un rincón oculto y poco conocido incluso por los barceloneses. Se trata del mirador de Blasco de Garay, que ofrece unas vistas espectaculares sobre la ciudad de Barcelona. Definitivamente, ¡la Satalia no te dejará indiferente!

Te encuentras en uno de los puntos con más personalidad y más queridos del Poble-sec, uno de los barrios más interculturales de la ciudad. Se trata de la plaza del Sortidor, llamada así por la antigua fuente que durante años ocupó su espacio central. Chiquillos, abuelos, parejas y visitantes ocupan este punto neurálgico de un barrio de carácter históricamente obrero que empieza a poblarse significativamente en la segunda mitad del siglo xix, momento en que se levanta la histórica prohibición que limitaba las construcciones que se podían realizar en estos terrenos que rodeaban el espacio militar del castillo de Montjuïc. ¡Pasea por sus calles y descubre todos sus rincones!

La zona de la calle Blai es una parada obligatoria para los amantes del vermú y las tapas. Repleto de locales que ofrecen deliciosos aperitivos, se ha convertido en uno de los puntos de encuentro más concurridos de los fines de semana barceloneses. Aunque en él encontrarás ambiente de día y de noche, te recomendamos que te pases entre las 12:00 y las 14:00 de un sábado o un domingo, la hora en que los vecinos se reúnen con amigos o familiares para gozar de un vermú antes de la comida.

Cuando atraviesas el Paral·lel dejas atrás el Poble-sec y penetras en el barrio de Sant Antoni. Entra en este interior de isla, que como muchos otros ha sido rehabilitado por el Ayuntamiento para cumplir las funciones que en origen les atribuyó el urbanista Ildefons Cerdà: proporcionar luz y ventilación a las casas que lo rodean y convertirse en espacios verdes en plena ciudad.

Este jardín interior, ocupado por una antigua fábrica de galletas, se conoce como Els Tres Tombs, el nombre de la comitiva que el barrio organiza por la festividad de San Antonio Abad a finales del mes de enero, cuando los vecinos sacan a la calle a sus animales, de animales domésticos a animales destinados a las faenas del campo, para bendecirlos. ¡Una tradición curiosísima que se conserva desde hace más de 150 años!

Te recomendamos que te detengas un rato en este pasaje, donde podrás disfrutar del auténtico estilo de vida barcelonés, especialmente si pasas por él en fin de semana. El fragor del gentío que se reúne aquí para tomar un vermut hace que este carismático pasaje no pase desapercibido a pesar de su modesto tamaño.

¿Sabías que el famosísimo género musical de la rumba catalana se origina en Barcelona? Vinculada a la comunidad gitana de la ciudad, la rumba nace alrededor de los barrios de Gràcia, Hostafrancs y aquí, en la calle de la Cera del barrio del Raval, convertido oficialmente en la calle de la rumba gracias a la pieza artística que ha colocado en ella la ciudad.

Se trata de una obra formada por dos plafones dispuestos en dos paredes medianeras de la calle y en los que aparecen los principales artistas de la rumba. Ya ves que Barcelona es una ciudad que destila arte en todas sus vertientes, ¡también la musical!

Inaugurado en 1882, el emblemático mercado de Sant Antoni es uno de los grandes ejemplos de la arquitectura del hierro de la ciudad. Actualmente combina hasta tres mercados diferentes: el de alimentación fresca, el de ropa y el del libro, que se celebra todos los domingos.

Vayas el día que vayas encontrarás ambiente, ¡el mercado está abierto cada día de la semana y es un clásico entre los barceloneses! No olvides visitar los restos del baluarte de Sant Antoni, parte de la muralla recuperada durante la recién rehabilitación del mercado.

En la animada plaza dels Àngels encontrarás el MACBA, con su icónico edificio, obra de Richard Meier, un reflejo exterior de su interior contemporáneo, que alberga piezas clave de la creación artística contemporánea. Sella tu Articket y descubre obras de artistas catalanes, españoles e internacionales como Calder, Tàpies, Basquiat y Keith Haring, entre muchos otros. Además, también podrás disfrutar de las exposiciones temporales y de otras actividades sobre arte y cultura contemporáneos que se organizan regularmente en el Museo.

Finalizamos la ruta en el CCCB, un polo de atracción de cultura y creatividad dedicado a explorar los grandes temas de la sociedad contemporánea mediante diferentes lenguajes y formatos. Visitar alguna de sus exposiciones temporales es la mejor manera de poner punto final a este itinerario, así que ¡no te lo pienses más: prepara tu Articket y disfruta de él!