No nos engañemos: después de estar un buen rato cautivados por el arte de nuestros museos apetece hacer una pausa y disfrutar de unas buenas vistas ante una cervecita bien fría. ¡Especialmente ahora que ha llegado el calor a Barcelona! En los museos Articket encontrarás, además del mejor arte de la ciudad, terrazas y vistas sin rival. ¡Toma nota!
El MACBA Bar, un punto de encuentro en el corazón del Raval
Si quieres vivir el ambiente más auténtico de Barcelona, el MACBA Bar es tu opción. Situado en la Plaza dels Àngels, en medio del barrio del Raval, dispone de una gran terraza abierta todo el año con horario ininterrumpido. Skaters, autóctonos, turistas y personajes de todo tipo hacen de este lugar uno de los más dinámicos y fascinantes de la ciudad.
Cocina informal con platillos mediterráneos, cócteles marca de la casa, donde veganos y vegetarianos también tienen su sitio. Sin duda, un espacio perfecto para una pausa antes o después de una visita al MACBA o al CCCB, que está a un minuto de la terraza y que también puedes visitar con tu pasaporte Articket!
Una cita con la comunidad cultural de Barcelona en la Terracccita del CCCB
El CCCB también tiene su bar restaurante con terraza, la Terracccita, ubicada en la céntrica Plaza de Joan Coromines. Encontrarás a menudo personas trabajando con su portátil o haciendo reuniones de trabajo, y es que es uno de los puntos de encuentro más habituales para la comunidad cultural y artística de Barcelona.
Ideal para un desayuno antes de entrar en los museos o un menú creativo para tomar fuerzas después de una jornada cultural intensa. Si encuentras a un grupo de personas mayores, posiblemente sean los antiguos residentes de la Casa de la Caridad, espacio que hoy ocupa el CCCB y que había sido un hospicio, y donde esta comunidad sigue encontrándose todos los jueves desde hace más de 20 años.
Al Museu Nacional, cuatro opciones tentadoras para acertar de pleno
El Museu Nacional nos ofrece magníficos rincones para cargar las pilas rodeados de belleza. En el Café de la Sala Oval, por ejemplo, podrás comer o tomar un aperitivo en una de las salas más icónicas del Palau Nacional bajo una inmensa cúpula que ha acogido los mayores actos sociales de Europa. ¡Incluso puedes llevarte un pack de comida para hacer un picnic en el parque!
Si buscas una experiencia gastronómica premium, en el antiguo Salón de Trono donde Alfonso XIII inauguró la Exposición Internacional de 1929, encontrarás el Restaurante Òleum. Sus enormes ventanales te permitirán gozar de unas vistas brutales sobre Barcelona, con la Avenida Maria Cristina a tus pies y unos deliciosos platos en tu mesa.
Si prefieres aire libre y un toque informal, en la Terrassa Fresc ubicada en la entrada tendrás también una perspectiva única sobre la ciudad, con el encanto de la música en directo que a menudo resuena en el entorno y la Font Màgica de Montjuïc delante. ¡Consulta aquí su funcionamiento y horarios!
Tampoco puedes perderte el Mirador en las azoteas del Palau, de acceso gratuito con tu Articket, donde descubrirás 360 grados de skyline, desde la Sagrada Familia a la Torre Agbar y los edificios de la Villa Olímpica, hasta los equipamientos que conforman el Anillo Olímpico. ¡Imprescindible!
Un oasis de calma y racionalismo en la Fundació Joan Miró
La Fundació Joan Miró es un museo donde el arte y la naturaleza se imbrican entre sí. Desde el Patio del Olivo, en el corazón del edificio, podrás ver el parque de Montjuïc a un lado y la ciudad de Barcelona abrazada por la montaña de Collserola a la otra.
En el Pati Nord, disfrutarás de una visión única y muy fotogénica sobre la ciudad con la escultura Estudio para un monumento (Luna, sol y una estrella) en primer término. Las terrazas te permitirán contemplar los patios, la frondosa vegetación y las esculturas de Miró que son parte del paisaje.
El bar restaurante de la Fundació Joan Miró es también un rincón lleno de luz y calma, de grandes ventanales con vistas magníficas al Jardín de las Esculturas (Plensa y Perejaume son algunos de sus autores) y una deliciosa terraza interior ubicada en el Pati del Garrofer. Desde este espacio podrás observar toda la arquitectura volumétrica de Sert y un algarrobo centenario traído de las tierras del Baix Camp, una comarca que Joan Miró amó especialmente y que aquí tiene una presencia simbólica.
Un calcetín en la terraza de la Fundació Antoni Tàpies
Cuando, en 1991, la arquitecta Gae Aulenti remodelaba el Palau Nacional para acoger el Museu Nacional, propuso situar en la Sala Oval una escultura de Antoni Tàpies que representaba un enorme calcetín blanco agujereado de 18 metros. La controversia que generó aconsejó descartarla.
Finalmente, se realizó una versión más reducida en 2010, dentro del marco de la remodelación de la Fundació Antoni Tàpies, que hoy puedes visitar en su terraza. Una ocasión magnífica para disfrutar de un rincón tranquilo o participar en alguna de las actividades que organizan en julio para celebrar el verano (acompañadas de un buen vermut). Además, ¡desde aquí verás un buen ejemplo de interior de manzana del Eixample de Barcelona!